Deportes Hasta siempre, Gordo. El automovilismo de duelo: murió Carlos Rubén Calamante.
29/03/2020
| 1507 visitas
Lo aquejaba una cruel enfermedad desde hacía un tiempo. Dejó una extensa trayectoria como piloto zonal y nacional habiendo intervenido en al menos 120 carreras de TC. Era dirigente y sostén de la carrera de su hijo “Pichi”, que lo despidió de manera emotiva.
Hondo
pesar sin dudas en la comunidad automovilística local ha provocado el
fallecimiento de Carlos Rubén Calamante, el “gordo” para el ámbito. Desde hace
un tiempo lidiaba con una cruel enfermedad que al final fue la que le pegó el
banderazo final a una vida ligada a la velocidad, la pasión fierrera y la
dirigencia deportiva desde siempre. Tipo querido en el ambiente con opinión
certera, aunque a veces al límite de la polémica la cual le ha generado alguna
raspadura en sus tiempos como dirigente de por ejemplo la Asociación Autódromo
de Balcarce. Rubén había nacido el 4 de noviembre de 1960, hijo de don Mariano
Calamante y hermano de Mariano Alberto, tuvo dos hijos María Celeste y Martín.
Su
trayectoria se inició a fines de los ‘70 corriendo en las categorías zonales,
batallando con pilotos como Juan Manuel Landa, Luis Hernández, Juan Carlos
Paradiso, Domingo Solís, Raúl Aníbal Marino, Luis Troglia y tantos más. En
1984, con mucho esfuerzo y apoyado por una peña de amigos (El Man), se suma al
Turismo de Carretera, en principio como compañero de equipo de su hermano
Mariano Alberto, y después en solitario, con grupo propio. Con resultados
regulares y unas 120 presencias se retiró de la categoría en 1994. A partir de
allí se dedicó a su actividad comercial (Casa de Repuestos), a la dirigencia
deportiva ligada al automovilismo y a apoyar la carrera deportiva de su hijo Martín
(Pichi).
Una
semana después que falleció su madre, le detectaron un cáncer que no amedrentó
al menos su entusiasmo por la actividad en la que intervino activamente hasta
el último tiempo. En noviembre del año pasado pudo festejar airoso la victoria
de “Pichi” en la presentación del Zonal en Balcarce, se lo vio muy emocionado y
festivo por una victoria que parecía más una chance de campeonato.
La
despedida de “Pichi” resume tanto dolor: “Te me fuiste, me dejas el corazón
partido en miles de pedazos: te voy a extrañar un montón. Gracias, por tanto,
por enseñarme tantas cosas en esta vida descansá en paz Papi, te amo con toda
mi alma”. QEPD, “gordo”.